Latinoamerica - Dilma Rousseff es reelecta en Brasil
La actual mandataria agradeció por medio de las redes sociales a los brasileños por su reelección: "Muito obrigada! #Dilmais4anos", escribió en Twitter y Facebook.
Al aceptar la victoria, Rousseff dijo que “en las democracias maduras, la unidad no significa necesariamente unidad de ideas, significa disposición para el diálogo. Y este es mi primer compromiso para mi segundo mandato: diálogo”. Además añadió que quiere ser una mejor presidenta para Brasil.
Neves reconoció la victoria de la actual presidenta e indicó que la felicitaba por su reelección. Además agradeció a cada uno de los ciudadanos que lo apoyaron con su voto.
Rousseff, del Partido de los Trabajadores, y Neves, del Partido de la Social Democracia, se enfrentaron en una de las elecciones más reñidas de las últimas décadas. Hace tres semanas, los dos resultaron en primero y segundo lugar en los comicios de primera vuelta.
Rousseff, del Partido de los Trabajadores, y Neves, del Partido de la Social Democracia, se enfrentaron en una de las elecciones más reñidas de las últimas décadas. Hace tres semanas, los dos resultaron en primero y segundo lugar en los comicios de primera vuelta.
La primera ronda dejó por fuera a la candidata evangélica Marina Silva, quien en un principio parecía que sería la principal opositora de la mandataria, para pelear por la presidencia en la segunda ronda, sin embargo, los ataques de Rousseff dieron resultados y la enviaron a un tercer puesto en los comicios.
Durante estas elecciones el voto evangélico ha sido de gran importancia, tanto así, que la presidenta pidió a los evangélicos su apoyo.
Alrededor del 65 por ciento de los 200 millones de habitantes de Brasil son católicos e incluso el Papa Francisco eligió Río de Janeiro para realizar su primer viaje al extranjero como Pontífice en 2013.
No obstante, los evangélicos siguen ganando seguidores y poder vertiginosamente en el gigante sudamericano.
El porcentaje de evangélicos en el país subió al 22 por ciento en 2010 desde sólo el cinco por ciento en 1970. Y la cifra ha continuado creciendo en los últimos años.
Los evangélicos se expandieron entre una clase obrera urbana que se benefició de la prosperidad económica del país en las últimas dos décadas y que ahora exige una mayor participación política.
Este veloz avance ha originado que a los evangélicos brasileños se les compare con la "derecha religiosa" que comenzó a influir en la política estadounidense en la década de 1980.
Los evangélicos han financiado campañas para que sus candidatos, entre ellos muchos pastores, logren escaños en el Congreso.
Evangélicos se abren brecha en el Congreso
La representación de los evangélicos en el Congreso Nacional del Brasil, que creció en 14% tras las elecciones legislativas, tendrá más fuerzas para luchar contra propuestas polémicas, especialmente sobre homosexuales y drogas, dijeron voceros de esa minoría.
"La minoría evangélica levantará un muro enorme contra esos proyectos y estaremos muy atentos a las maniobras de los activistas homosexuales", dijo el pastor, telepredicador y empresario Silas Malafaia, uno de los líderes evangélicos más controvertidos del país y presidente de la Iglesia de la Asamblea de Dios, Victoria en Cristo, reseñó EFE.
La representación de los evangélicos en el Congreso crecerá desde los actuales 70 diputados a 80 a partir de la legislatura que asumirán en 2015.
Se trata de una minoría que representa al 16% de los 513 diputados de Brasil y que el llamado Frente Parlamentario Evangélico, que agrupa a legisladores de esta confesión, define como "la mayor bancada de la historia de la iglesia evangélica en Brasil".
Según el Departamento Intersindical de Asesoría Parlamentaria (DIAP), con el refuerzo de los evangélicos, Brasil tendrá "el Congreso Nacional más conservador desde 1964".
"Esa fuerza va a dificultar una agenda parlamentaria liberal en relación a la penalización de la homofobia y la despenalización del aborto, dos asuntos muy presentes en los debates de la primera vuelta de las elecciones pero que prácticamente desaparecieron en la segunda vuelta", dijo a EFE el experto en asuntos de religión y política César Romero Jacob.
Para Jacob, director del Departamento de Comunicación de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro, "no habrá necesariamente un giro a la derecha en temas económicos y de inclusión social, aunque en relación a los de naturaleza moral sí habrá una tendencia más conservadora en la próxima legislatura".
La mayoría de los observadores políticos apunta que las dificultades en la votación de leyes más liberalizadoras no se limitará a las que atañen a la moral, sino que alcanzarán a las que abordan asuntos como la legalización de las drogas, el medioambiente o los derechos de los indígenas.
Y eso no tanto por el mayor número de pastores y obispos evangélicos sentados los escaños, sino por el crecimiento añadido del número de diputados de otras minorías conservadoras: las denominadas "rural" y "policial".
Malafaia deja claro que los evangélicos rechazarán frontalmente iniciativas legislativas como la de identidad de género que, dice, son obra de lo que denomina "activismo homosexual". "No nos opondremos a enseñar a los niños a respetar los diferentes sino a enseñar 'homosexualismo' en las escuelas, que es lo que quieren", enfatizó.
Ante miles de fieles reunidos el pasado martes en su templo en la humilde barriada de Penha, en la zona norte de Río de Janeiro, Malafaia aseguró con vehemencia que "los homosexuales pretenden destruir la familia, mientras el Gobierno del Partido de los Trabajadores, ya desde la época de presidencia de (Luiz Inácio) Lula da Silva, los financia con millones de reales".
El líder religioso atribuye el aumento de la representación evangélica en el Congreso a una mera consecuencia del aumento de la población evangélica en Brasil, que, según el Censo de 2010, alcanza el 22,2% del total de los brasileños, y a su mayor conciencia ciudadana.
Frente a otros colectivos, como el de los católicos, que suelen votar diferentes partidos en función de la ideología política de cada uno, el elector evangélico vota casi que exclusivamente en candidatos de su propia iglesia, que se reparten en 17 partidos, explica.
Es lo que Jacob denomina un "voto cautivo obtenido por la fuerte ascendencia de los pastores evangélicos sobre sus fieles cuando, en la década de 2000 a 2010, la iglesia pentecostal brasileña elaboró su propio proyecto de poder".
Fuente: CBN Latino 
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