Internacional - Iglesia da ayuda emocional a afectados por erupción en Japón

El ministerio Asian Access junto a la Iglesia japonesa están dando apoyo emocional a las personas afectadas por la inesperada erupción del monte Ontake.            

“La erupción realmente no tuvo ninguna advertencia. El monte Ontake es un lugar popular para quienes les gusta escalar montañas, incluso para aquellos que van en peregrinajes religiosos. Hizo erupción sin mucha advertencia, en un par de minutos. Hubo bramidos. Simplemente empezó a arrojar cenizas y gas venenoso”, dijo Jeff Johnston, del ministerio Asian Access.

Esta sorpresiva erupción del 27 de septiembre considerada la más mortal de Japón desde 1926, provocó al menos 48 muertes.

Johnston hace un llamado de oración.

“Ore para que esta clase de evento provoque que las personas hagan las preguntas más profundas de la vida, y para que la Iglesia esté ahí para proveer esperanza a través de Cristo y para proveer aliento y ayuda práctica”.

Sobreviviendo a la erupción del monte Ontake

Enormes rocas que caen del cielo, nubes de humo gris que provocan la oscuridad total sobre la montaña, ceniza volcánica que se acumula en el suelo y gases que llenan el aire.

En fracciones de segundo, algunos sobrevivientes de la erupción del monte Ontake en Japón decidieron esconderse detrás de grandes rocas o escaparon hacia las cabañas que salpican las laderas de la montaña. Al aire libre, otros senderistas cayeron golpeados por las rocas o posiblemente asfixiados por los gases, y rápidamente se vieron enterrados por ceniza.

Para los sobrevivientes, como la guía de montaña Sayuri Ogawa, fue una experiencia cercana a la muerte.

A pesar de su impresionante columna de humo, la erupción no fue una grande con flujo de lava. Sin embargo, resultó mortal, pues muchas personas estaban en la cumbre en un día perfecto para practicar senderismo y apreciar las hojas de otoño.

La erupción atrapó a los senderistas por sorpresa. Los sismólogos habían detectado señales de aumento de la actividad sísmica en el monte Ontake, uno de 110 volcanes activos de Japón, pero nada apuntaba a una erupción fatal.

En un momento, los excursionistas estaban disfrutando de la vista panorámica a 3.000 metros (10.000 pies) de altura sobre el nivel del mar. Algunos de ellos se quitaron los zapatos y descansaban sus pies después del ascenso matutino. Otros estaban cocinando fideos en estufas portátiles. Al momento siguiente, estaban luchando en busca de refugio y corriendo por sus vidas.

Fuente: CBN Latino