Con o sin Putin, Israel se dispone a hacer cumplir sus líneas rojas para el Líbano

2/05/2018 06:11:00 p. m. Redacción Luimegar 0 Comments




A través de reuniones en Moscú y declaraciones públicas, los funcionarios israelíes han dejado en claro que las instalaciones de armas iraníes en el Líbano cambian las reglas del juego, por lo que una escalada es posible si Teherán ignora sus advertencias.







Cuando el presidente ruso Vladimir Putin recibió al primer ministro israelí, Biniamín Netanyahu, el 29 de enero, se enfocaron en la guerra de Siria, tal como lo han hecho en sus numerosas reuniones recientes. Sin embargo, inesperadamente, también discutieron las posibles fábricas o instalaciones de armas iraníes en el Líbano, que podrían transformar cohetes en misiles guiados con precisión capaces de golpear la infraestructura y los centros de población israelíes. Tal como Netanyahu dijo a los periodistas, después de la reunión, “la amenaza de armas de precisión desde el Líbano es una gran amenaza para Israel y no lo aceptaremos, y en este asunto también, si tenemos que tomar medidas, lo haremos”.

Desde que Rusia entró en la guerra de Siria en 2015, Netanyahu se ha reunido con Putin siete veces. Entre los primeros asuntos que discutieron estaba establecer un mecanismo para evitar colisiones entre sus fuerzas. Posteriormente, se aseguraron que Israel pueda operar en contra de los efectivos iraníes y sus agentes (“proxies”) en Siria, según fuese necesario (es decir, cuando tratan de transferir sistemas de armas estratégicas, operar demasiado cerca de la frontera Golán, o en su defecto representan una amenaza para Israel). También se procuró el respaldo ruso en un esfuerzo más general para frenar la actividad iraní en la región. Sin embargo, Moscú no ha respondido públicamente a tales solicitudes, y Netanyahu también ha guardado silencio sobre el asunto, diciendo solamente que las relaciones ruso-israelíes son “excelentes” y que existe convergencia entre ellos en cuestiones clave.

Netanyahu también ha planteado públicamente antes el tema de las instalaciones iraníes en el Líbano. En una reunión del 28 de agosto, con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, habló en contra de la “consolidación” de Irán en el Líbano, incluyendo los esfuerzos para construir sitios para la producción de misiles allí, declarando: “Esto es algo que Israel no puede aceptar. Esto es algo que la ONU no debería aceptar”. El jefe del Estado Mayor del Ejército de Defensa de Israel, Gadi Eizenkot, pronunció advertencias similares sobre la organización pro-iraní Hezbollah en un discurso ofrecido el 30 de enero, señalando que el grupo está violando las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU al mantener una presencia militar en las zonas restringidas del Líbano y mejorando sus capacidades de misiles.

Cuando Irán estableció fábricas o instalaciones de armas en Siria, se informó que Israel respondió en septiembre pasado lanzando misiles contra objetivos cerca de la ciudad occidental de Masyaf. Sin embargo, a pesar de haber realizado numerosos ataques en Siria durante la guerra; Israel enfrentaría desafíos diferentes, si decidiera atacar el Líbano. Las autoridades israelíes dicen que Hezbollah posee más de 100.000 cohetes. Esta puede ser la razón por la que han evitado ordenar ataques aéreos en el Líbano, durante los últimos tres años, atacando solamente convoyes de armas de Hezbollah en suelo sirio. En agosto, el comandante saliente de la Fuerza Aérea, Amir Eshel, declaró que Israel había atacado al grupo cerca de un centenar de veces en los últimos cinco años, casi siempre en Siria. Dado el éxito aparente de Israel en obstaculizar las transferencias de armas de Hezbollah desde Siria al Líbano; probablemente Irán intentará establecer plantas o instalaciones de producción en el propio Líbano.

Tras la reunión de Netanyahu con Putin, el ministro de Defensa israelí, Avigdor Liberman se refirió a lo delicado de atacar a Hezbollah en el Líbano, diciendo a los miembros de su partido Israel Beitenu, “Estamos usando todas las influencias políticas, así como otras, para prevenir la fabricación de misiles… Lo último que quiero es que Israel entre en la Tercera Guerra del Líbano. Creo que todavía tenemos suficientes medios a nuestra disposición”.

Al mismo tiempo, el portavoz del Ejército de Defensa de Israel Ronen Manelis, escribió, el 28 de enero, un artículo poco común en árabe en los medios de comunicación del Líbano, advirtiendo a los lectores que estaban allanando el camino hacia la guerra al permitir que Irán convierta a su país en un “peón”. En su opinión, Irán ya no está simplemente transfiriendo “armas, fondos o asesoramiento”, sino que esencialmente ha “abierto una nueva sucursal” en el Líbano.

Hasta ahora, Rusia no ha ofrecido evidencia de que constriña activamente a Hezbollah en el Líbano; pero Netanyahu todavía parece interesado en transmitir un mensaje al grupo y su patrono iraní a través de Moscú. También ha hecho públicas sus advertencias a través de declaraciones de prensa en caso de que Putin no cumpla, aparentemente creyendo que tales declaraciones establecerán el predicado si Israel decide realizar ataques en el Líbano. En cuanto a los intereses políticos nacionales de ir por esa ruta, el público israelí tiende a dar una prorroga a los líderes militares en tales asuntos, confiando en que tomarán en cuenta las ramificaciones potenciales de la represalia y la escalada.

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De una forma u otra, las declaraciones de Netanyahu dejan en claro que la amenaza de las instalaciones de producción de armas sofisticadas en el Líbano cambia las reglas del juego dada la capacidad de Hezbollah para equiparse con misiles guiados de precisión. Por lo tanto, el riesgo de una escalada es muy real si las conversaciones con Putin, las advertencias públicas y otros posibles enfoques diplomáticos no logran disuadir a Irán.

Fuente: The Washington Institute





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