Israel - 10 Razones por las cuales necesitamos al Mesías ahora

8/30/2016 11:08:00 a. m. luimegar 0 Comments



¿Quién necesita al Mesías? Podrás preguntarte. ¿No es ese un concepto cristiano?

La noción de Mesías es tan judía como el Shabat, el Shemá y la sopa de pollo.

¿Quién es el Mesías? Él Mesías será un gran líder, devoto y sabio, que se convertirá en el próximo rey judío. Él supervisará la reconstrucción del Beit Hamikdash, el 'Templo en Jerusalem', reunirá a todos los judíos en Israel, y lo más importante, traerá una nueva era de paz mundial y despertar espiritual donde todo el mundo reconocerá la verdad de Dios y la Torá; “La tierra estará llena del conocimiento de Dios, como las aguas cubren el mar” (Isaías 11:9).

Con excesivos niveles de locura apoderándose del mundo, lo necesitamos ahora más que nunca. Aquí están mis 10 razones de por qué:

1. Muchas personas inocentes han sido asesinadas y el nivel de dolor es palpable. Sean Carmeli, un soldado sin familia de Texas que pasó unos meses estudiando en Aish HaTorá, fue asesinado en Gaza. Más de 40 soldados han sido asesinados y la familia de Oron Shaul está experimentando ahora el horror de que su hijo de 21 años haya desaparecido en acción. Además, muchos civiles árabes que no quieren aniquilar a Israel están siendo asesinados porque su perverso gobierno valora la muerte de israelíes por sobre las vidas de los habitantes de Gaza.


2. Muchos culpan a Israel por las muertes de civiles árabes en Gaza, a pesar de que Israel hace más que cualquier otro país en la historia de la guerra moderna por evitar las víctimas civiles. Las FDI advierten antes de atacar —a través de panfletos, llamadas telefónicas y proyectiles de alerta— y arriesgan las vidas de sus propios soldados en una peligrosa operación terrestre para lanzar ataques precisos en contra de túneles e infraestructura terrorista de Hamás.

Solamente Hamás es culpable por la tragedia de muertes civiles. Ellos utilizan a los civiles como escudos humanos y esconden lanzamisiles en escuelas y mezquitas. En vez de construir una floreciente economía, ellos han desviado decenas de miles de dólares para crear un estado militarizado con un complejo mundo subterráneo repleto de armas. Como dijo el Primer Ministro Netanyahu, “Esta es la diferencia entre nosotros y Hamás: nosotros utilizamos un sistema de misiles para proteger a nuestros civiles y ellos utilizan a sus civiles para proteger sus misiles”.

3. Es una locura que casi el 80% de la población Israelí —su servidor incluido— esté viviendo bajo constante amenaza de ataques de misiles de Hamás. ¿En que otra parte del mundo ocurre esto?

4. Se ha descubierto ya en dos ocasiones misiles de Hamás en escuelas de la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo). En vez de utilizar estas escuelas para educar niños, Hamás las utiliza como escondites de armas para matar niños en Israel. Incluso más irritante aún es que la UNRWA finalmente le devolvió los misiles a Hamás, colaborando así con sus objetivos terroristas, en vez de entregarlos a Israel.

5. Alison Benedikt, una editora en la revista Slate, escribió un irritante artículo echándole la culpa a Birthright por la muerte de Max Steinberg, un soldado israelí de California que hizo Aliá hace algunos meses después de su viaje de Birthright. Benedikt simplemente no puede comprender por qué alguien en su sano juicio escogería vivir en Israel y arriesgar su vida peleando por el país, y tiene la jutzpá de asumir que él era “un alma perdida” o que bien fue engañado por la “máquina lava cerebros” de Birthright. Esta tontería fue publicada incluso antes de que los padres de Max lo enterraran en Jerusalem (30.000 personas asistieron a su funeral; aparentemente hay ciertos judíos que sí aprecian la conexión de un judío con su tierra natal y el heroísmo de dar la vida defendiendo al pueblo judío).

6. El mundo hace erupción con eventos antisemitas, protestas violentas y protestas que simulan la muerte, reminiscentes de Europa justo antes del Holocausto. Cánticos de “muerte a los judíos” se escuchan en demostraciones anti-Israel en Francia, Alemania, España, Turquía, Bélgica y Holanda. Los judíos son atacados físicamente, y no solamente en Europa. En Calgary, Canadá, árabes atacaron a participantes en un evento pro israelí y la policía no intervino.

7. Mientras los medios muestran enormes —y violentos— eventos anti-Israel, el gran evento pro-Israel en Londres solamente congregó a 1.500 personas, menos del 1% de la comunidad judía de Londres. ¿Dónde están los judíos? ¿Demasiado asustados? ¿No les interesa? ¿Están en los campamentos de verano? ¿Y donde están todas las misiones de solidaridad con Israel? Y qué hay de el embargo de la FAA (Administración Federal de Aviación de Estados Unidos) hace unos días, recompensando más aún el terror y dejando a Israel aislado.

8. ¿Dónde está la indignación moral con Siria cuando más de 700 árabes fueron asesinados sólo la semana pasada, de acuerdo al Observatorio Sirio para los Derechos Humanos? ¿Dónde están las protestas por los más de 50.000 civiles que han sido asesinados en Siria durante los últimos tres años?

9. Israel tiene aún que encontrar y llevar a la justicia a Amer Abu Aysha y Marwan Kawasme, los dos operativos de Hamás sospechosos de asesinar a Naftalí Frenkel, Gilad Shaar y Eyal Yifraj.

10. A pesar de todos los esfuerzos por acercar a los judíos a sus raíces, estamos perdiendo la batalla contra la asimilación. Como lo confirmó el reciente estudio del Centro de Investigaciones Pew, las cosas están empeorando, no mejorando. Apenas podemos plantear el tema del matrimonio mixto y la asimilación hoy en día sin ofender a ciertos judíos. Con las tasas de asimilación actuales, estamos al borde de perder una generación de judíos no afiliados.

Tishá B’Av está muy cerca. Este el es momento de sentir el dolor del pueblo judío en el exilio, y canalizarlo para anhelar una nueva era en donde “[las personas] forjarán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra” (Isaías 2:4).

Fuente: AISH LATINO






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