Internacional - Representante de Corea del Norte niega que persigan cristianos

El representante de relaciones culturales de Corea del Norte con países extranjeros, el español Alejandro Cao de Benós, ha negado la persecución a cristianos y otras religiones que se desarrolla bajo el régimen de Kim Jong Un. 

Joel Forster, director de Evangelical Focus y redactor de Protestante Digital, preguntaba al representante norcoreano por Twitter sobre la persecución a cristianos en el país. Alejandro Cao lo niega todo, reaccionando con vehemencia hacia los “evangelistas”, a quienes acusa de “aprovecharse de drogodependientes o sin techo para obligarles a ser evangelistas a cambio de un plato de sopa”.

Forster preguntó en Twitter a Cao que “¿si existiera un Dios, justo y superior a nuestras ideologías humanas, cómo cree que vería el régimen norcoreano?”

"A tal pregunta Cao respondió que “como lo más próximo a la sociedad humana ideal. Sin drogas ni prostitución. Donde los valores están por encima del dinero.”

El periodista de Evangelical Focus respondió a Cao indicando que hay cristianos que creen en ese Dios justo, y quienes son torturados y muertos en Corea del Norte.

“Probablemente para Dios la vida y dignidad de esas personas sea una prioridad mayor que las drogas o la prostitución,” dijo Forster.

Cao respondió alegando que las acusaciones de persecución en contra de cristianos por parte del gobierno de Corea del Norte son falsas.

“El problema en el mundo es que hay iluminados como usted que se creen mensajeros o el propio Dios,” dijo Cao, quien se convirtió en el 2002 en el primer extranjero en trabajar para el régimen de Corea del Norte.

En los últimos meses, Alejandro Cao ha aparecido en diversos reportajes, en prensa y televisión, en los que intenta justificar y defender a Corea del Norte y su sistema político, económico y militar. Ha sido protagonista de diversas discusiones y polémicas con periodistas y medios de comunicación que, según su criterio, “manipulan” y no transmiten la verdad de lo que ocurre bajo el régimen norcoreano.

A pesar de las trabas que impone Pyongyang hacia los inspectores internacionales o los límites a los periodistas que dejan entrar al país, hay evidencias de la persecución que hay en Corea del Norte desde hace años a los cristianos.

El régimen, que controla cada aspecto de la vida de los nacionales, impide el acceso a literatura que consideran propagandística o contraria a los intereses del Gobierno, establece un férreo control de las comunicaciones y fomenta la vigilancia vecinal, a través de amenazas y castigos hacia cualquiera que consideran que desafía el sistema establecido.

De acuerdo con el medio Christian Today, se estima que la tercera parte de los 100,000 cristianos en Corea del Norte trabajan en campos de concentración, mientras que miles de ciudadanos han escapado a otros países como Corea del Sur, China, Mongolia y Rusia, huyendo de la opresión que sufren en su país natal.

La Comisión Internacional de Derechos Religiosos de Estados Unidos (USCIRF, por sus siglas en inglés), dijo en un reciente reporte que Corea del Norte, cuyo gobierno es oficialmente ateo, “sigue siendo uno de los regímenes más opresivos en el mundo y se encuentra entre los peores violadores de derechos humanos.”

“El gobierno controla estrechamente todas las expresiones políticas y religiosas, y castiga a aquellos que cuestionan el régimen,” indicó el reporte de la entidad humanitaria.

Además, el año pasado el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó una resolución en la que se condenaba los abusos y crímenes contra la humanidad que se producen bajo el régimen norcoreano. El informe que presentó la Comisión de Investigación describía la situación de falta de libertad y los abusos cometidos por el gobierno contra la población.

Desde hace varios años Puertas Abiertas, la agencia cristiana de defensa de los perseguidos, denuncia la persecución sistemática de cristianos. En la lista de Vigilancia Mundial, Corea del Norte ocupa el primer puesto, como el país “más peligroso” para los cristianos. Denuncias que han sido corroboradas por organizaciones como Amnistía Internacional, entre otras.

“El cristianismo -recuerda Benedict Rogers, representante de la agencia Solidaridad Cristiana Mundial -es considerado una amenaza particularmente grave, con el resultado de que los cristianos tienen prohibido practicar su religión”.

Fuente: CBN Latino